miércoles, 21 de abril de 2010

Siglo XXI

La discriminación es un fenómeno que se ha dado desde la época de la colonia y, lamentablemente, se mantiene presente en la sociedad peruana hasta el día de hoy. Si nos enfocamos en la discriminación en lugares públicos, esta se puede encontrar en las discotecas, en los colegios, parques de recreación, entre otros lugares de gran recurrencia. Muchas veces, la gente con rasgos propios de nuestra cultura han sido discriminados por su color de piel o por su lengua; esto ha provocado cierta preocupación en el Estado y en ciertas partes de la población.

Centros comerciales ubicados en La Molina, Miraflores, San Isidro, etc., se han guardado el derecho de admisión, lo cual significa que algunas personas no podrán entrar a estos establecimientos. Por ejemplo, en Larcomar sucedió que cuatro jóvenes de San Juan de Lurigancho fueron confundidos por delincuentes mientras paseaban por dicho centro. Esto sucedió porque dichos hombres no parecían pertenecer a la zona de Miraflores.[1] Esto nos lleva a la conclusión de que la sociedad en el Perú sufre una gran segmentación, la cual priva a muchos de algunos derechos y, en adición, no permite que los diferentes grupos sociales se relacionen entre sí.

Por otro lado, se encuentra la discriminación en los lugares e entretenimiento como las discotecas. En la siguiente cita se da un ejemplo:

“la discoteca Aura –ubicada en Larcomar– ha llevado a cabo prácticas de selección racial de sus clientes, por varios años, impidiendo el ingreso a quienes tienen rasgos andinos, mestizos o negros, en flagrante violación de la Ley 27049. “Además de Aura, se han comprobado hechos similares en otros locales de Larcomar: Gótica y Mamá Batata, así como el Bar Étnico del Bohemia, Machaska y El Tayta en Miraflores, el Dragón y Don Jijuna de Barranco.” (APRODEH 2005)

En este caso de las discotecas, no sólo se ofende a las personas de rasgos andinos, sino también se generan disputas y peleas entre los guardias de seguridad y los jóvenes a los que no se les permite entrar. Esto puede traer como resultado un gran resentimiento por parte de ciertos grupos sociales generando una gran rivalidad entre los mismos peruanos.

Asimismo, otro lugar público donde se da el racismo es en los parques de recreación. Por ejemplo, en el skatepark de Miraflores se ha realizado un censo para ver cuántos niños del distrito miraflorino practican el deporte del skate. De esta manera, se podrá tener un estimado de cuantos jóvenes asistirán a dicho parque. En adición, los niños de otros distritos no podrán acceder al parque al menos que paguen una tarifa. Según los serenos, esta acción no tiene ninguna base discriminatoria y todo parte desde la municipalidad, mas los niños de otros lugares creen que es injusto y que no se puede discriminar a jóvenes de otros distritos.[2] En esta situación, la polémica se encuentra en que si el hecho de cerrar el parque sólo a los miraflorinos es un hecho de discriminación o simplemente una manera de implantar un poco de orden en el distrito. Sin embargo, se sabe que en el Perú muchas veces las autoridades tratan de tapar ciertos actos de racismo con excusas que satisfagan a los grupos sociales más importantes.

Otro tipo de discriminación que se ve presente en la sociedad actual es la discriminación religiosa, según el autor Roberto Blancarte:

“La discriminación por motivos religiosos o de convicción es condenada como una violación a los derechos humanos y como un obstáculo para las relaciones amistosas y pacíficas entre las naciones. Por ello, se pide que los Estados adopten “medidas eficaces” para prevenirla, incluyendo la adopción o derogación de leyes.” (BLANCARTE 2010: 7)

Esto nos lleva a entender que la discriminación no es sólo la división de la población, sino que también evita que se establezcan buenas relaciones entre estos y, asimismo, la convivencia pacífica entre los mismos.

A pesar de que el siglo XXI es una época en la cual la discriminación ha logrado permanecer a pesar de los años, este siglo también muestra reacciones positivas de las naciones al creer organizaciones contra la discriminación. En adición, se puede ver que las generaciones jóvenes están tomando conciencia de la situación y están realizando marchas o protestas contra el racismo de todo tipo.[3]

En conclusión, la discriminación se ha vuelto un fenómeno inherente en la sociedad peruana que aún no hemos podido eliminar. Se debe recalcar que si las autoridades del país no aportan a la unión de todos los compatriotas y a derrocar la segmentación en la que se vive, no se va a poder hacer grandes cambios en el país. Es necesario que todos los peruanos recapaciten sobre la situación actual de la sociedad y piensen que si esto nos llevó a la derrota con Chile hace muchos años, nos puede llevar a la derrota en la actualidad.

[1] Cfr.Perú.com 2008
[2] Crf. El comercio 2010
[3] Cfr. Becerra y Rolander 2006:80

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